No salimos solo a viajar. Salimos a buscar.

Un rincón donde el cuerpo se aquiete y el alma respire. Un lugar donde el tiempo alcance —al menos— para amar. Pero también, salimos sabiendo que la búsqueda es, en sí, una forma de vivir.

En este camino nos encontramos con personas que se vuelven faros. Nos comparten cómo habitan sus mundos y, al hacerlo, transforman el nuestro.

Conversaciones simples, consejos sinceros, miradas honestas… todo eso se vuelve parte del mapa que nos guía.

Una vida en mil mundos es eso: una bitácora íntima, pero abierta. Escribir es una forma de ordenar, de entender, de agradecer. Este espacio nace desde ese impulso: compartir lo que nos toca, lo que nos mueve y lo que, sin saberlo, estamos buscando.

No sabemos aún dónde vamos a quedarnos. Pero mientras tanto, caminamos.

Si estás buscando tu lugar en el mundo —o simplemente una pausa para respirar distinto—, ojalá te encuentres acá.

Donde termina este post, empieza el viaje. ¿Nos acompañás?

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *